Un contenedor de envío es un contenedor grande, estandarizado y reutilizable que se utiliza para transportar mercancías por tierra, mar o aire, diseñado para garantizar la entrega segura de artículos entre ubicaciones, a menudo a través de fronteras internacionales.
Un contenedor de envío generalmente está hecho de acero y viene en tamaños estándar, como longitudes de 20 o 40 pies para acomodar una amplia gama de productos. Está diseñado para soportar las inclemencias del tiempo, la manipulación y las presiones del transporte de larga distancia.
Los contenedores de transporte son esenciales para el comercio mundial, ya que ofrecen una forma segura de almacenar y mover productos de manera eficiente, a la vez que son fáciles de cargar, descargar y transportar entre los diferentes modos de transporte.
Un contenedor de envío funciona al proporcionar un medio estandarizado y seguro de transportar mercancías a través de varios modos de transporte, como camiones, barcos y trenes.
Al consolidar los productos en una unidad segura, las empresas pueden agilizar su proceso de envío, reducir el tiempo de manipulación y garantizar que los productos lleguen en buenas condiciones. Los contenedores de envío también benefician a las empresas al reducir los costos de transporte, permitir una mejor organización de las mercancías y aumentar la eficiencia general de las operaciones de la cadena de suministro.