La reubicación es cada vez más importante a medida que las empresas reevalúan los beneficios de la fabricación nacional. Al llevar la producción más cerca de casa, las empresas pueden responder con mayor rapidez a las cambiantes demandas del mercado, lo que reduce el tiempo de comercialización y mejora la agilidad general. Además, la reubicación apoya la creación de empleo local, lo que puede mejorar la reputación de una empresa y fortalecer su conexión con la comunidad.
Por ejemplo, un fabricante de productos electrónicos con sede en EE. UU. puede decidir reubicar su producción de Asia a instalación en el Medio Oeste, aprovechando las tecnologías de fabricación avanzadas y una fuerza laboral calificada. Esta medida no solo reduce los costos de envío y los plazos de entrega, sino que también contribuye al crecimiento económico local y fomenta la innovación en la región.