El control de calidad (QC) es crucial en la logística y la gestión de la cadena de suministro porque garantiza que los productos pasen por la cadena de suministro sin defectos ni demoras, lo que evita interrupciones y mantiene la satisfacción del cliente. Al supervisar y gestionar la calidad de los productos en cada etapa, ya sea en la fabricación, el embalaje o transporte—el control de calidad reduce el riesgo de devoluciones costosas, productos dañados y daños a la reputación.
Por ejemplo, en el cadena de suministro de alimentos, el control de calidad garantiza que los productos se almacenen y transporten correctamente para evitar su deterioro o contaminación. Esto no solo cumple con los estándares de seguridad alimentaria, sino que también garantiza la entrega oportuna, preservando la integridad del producto y la confianza del cliente.