Las asociaciones público-privadas son cruciales porque permiten a los gobiernos aprovechar la inversión privada para proyectos de infraestructura a gran escala que, de otro modo, serían demasiado costosos. Esto permite una implementación más rápida de los proyectos y mejora la calidad de los servicios disponibles para el público, al tiempo que reduce la carga financiera para los contribuyentes.
Por ejemplo, en logística y 3PL, una APP podría usarse para desarrollar y operar transporte infraestructuras como puertos, carreteras o centros logísticos. El sector privado aporta innovación y financiación, mientras que el sector público garantiza que la infraestructura cumpla con las necesidades del público y los estándares regulatorios, lo que conduce a operaciones de cadena de suministro más eficientes y accesibles.