La logística in situ es importante porque afecta directamente a la eficiencia de las operaciones internas, lo que ayuda a las empresas a reducir los costos operativos y evitar los cuellos de botella en la producción. Una logística in situ eficaz mejora la precisión y la velocidad del manejo del inventario, lo que garantiza que los productos se entreguen en el lugar correcto en el momento correcto.
Por ejemplo, en un almacén, una logística adecuada in situ garantiza que los artículos se almacenen de manera eficiente, los pedidos se recogen y empaquetan de manera oportuna, y los productos se entregan sin problemas a la siguiente etapa de la cadena de suministro. Esto reduce la probabilidad de errores, mejora el rendimiento y permite que las operaciones generales sean más fluidas.