La carga es crucial en logística ya que afecta a la seguridad, la eficiencia y la rentabilidad del transporte. Es menos probable que la carga cargada correctamente se desplace o sufra daños durante el tránsito, lo que reduce el riesgo de pérdidas y costosas reclamaciones. Además, una carga bien planificada mejora la utilización del espacio y la distribución del peso, lo que ayuda a las empresas a gestionar los costos de combustible y agilizar los cronogramas de transporte.
Por ejemplo, una empresa que envía productos electrónicos frágiles se beneficiaría de técnicas de carga precisas para garantizar que los productos estén protegidos y posicionados correctamente en el vehículo de transporte. Al organizar y asegurar cuidadosamente cada artículo, la empresa minimiza las roturas, lo que reduce los costos de reemplazo y garantiza entregas puntuales y sin daños.