Una interfaz (API), o interfaz de programación de aplicaciones, es un conjunto de protocolos, herramientas y definiciones que permiten que los diferentes sistemas de software se comuniquen y compartan datos sin problemas, lo que facilita las operaciones y la integración en la logística y la gestión de la cadena de suministro.
Las API permiten que diferentes sistemas, como los sistemas de gestión de almacenes (WMS) y los sistemas de gestión de transporte (TMS), intercambien datos y funciones sin necesidad de introducir datos manuales ni de codificar complejos. En el contexto de la logística, las API simplifican procesos como el seguimiento de los pedidos, las actualizaciones del inventario y la gestión de los envíos. Son esenciales para crear un ecosistema interconectado que mejore la eficiencia, reduzca los errores y mejore el rendimiento general de la cadena de suministro.
Una interfaz (API) funciona al permitir que los sistemas logísticos, como WMS o TMS, compartan y soliciten datos entre sí, lo que garantiza una comunicación fluida entre plataformas. En una empresa de 3PL, las API permiten el intercambio automático del estado de los envíos, los detalles de los pedidos y los niveles de inventario entre diferentes sistemas, lo que mejora la eficiencia operativa.
Las API benefician a las empresas al permitir el seguimiento en tiempo real, reducir la entrada manual y mejorar la automatización, todo lo cual agiliza las operaciones de la cadena de suministro y proporciona un mayor control sobre los procesos logísticos.