El transporte interno se refiere a la gestión y operación de los servicios de transporte dentro de una empresa, donde la empresa utiliza su propia flota y recursos para mover mercancías, materiales o productos en lugar de subcontratar la tarea a proveedores de logística externos (3PL).
El transporte interno implica el uso de los vehículos, los conductores y el personal de logística de la empresa para gestionar las necesidades de transporte, por lo general dentro de un área geográfica específica. Permite a las empresas tener un mayor control sobre los cronogramas de entrega, los costos y la calidad del servicio. Al administrar el transporte internamente, las empresas pueden aumentar la eficiencia y alinear mejor las estrategias de transporte con sus necesidades operativas.
El transporte interno funciona mediante el uso de los recursos propios de la empresa para gestionar la transporte de mercancías, como camiones, furgonetas y personal de reparto. Este enfoque beneficia a su empresa al permitir una mayor flexibilidad y control sobre los tiempos y las rutas de entrega.
Además, puede ayudar a reducir la dependencia de proveedores externos, reducir los costos de transporte y mejorar la eficiencia general de la cadena de suministro. Este nivel de control puede conducir a una mejor gestión de los costos, a reducir las demoras y a mejorar la confiabilidad del servicio.