La manipulación es esencial para preservar la integridad del producto y minimizar las pérdidas, ya que los productos mal manipulados pueden provocar daños, desperdicios y posibles pérdidas financieras. Los procesos de manipulación eficientes agilizan las operaciones, reducen el tiempo que las mercancías pasan almacenadas o en tránsito y optimizan los recursos, lo cual es crucial para cumplir con los cronogramas de entrega y los objetivos de costos. Además, las prácticas de manipulación consistentes contribuyen a la satisfacción del cliente al garantizar que los productos lleguen en perfectas condiciones, lo que refuerza la confianza en la marca.
Por ejemplo, un almacenamiento Una instalación que implementa procedimientos de manipulación estrictos para artículos frágiles, como dispositivos electrónicos, reduce la probabilidad de daños durante el almacenamiento y el tránsito. Este enfoque garantiza que los productos mantengan su valor y funcionalidad, lo que se traduce en menos devoluciones y un mayor nivel de satisfacción del cliente.