El TLC es crucial porque ayuda a las empresas del sector del transporte y la logística a cumplir con las cambiantes regulaciones, mejorando la eficiencia operativa y reduciendo los riesgos. Al abogar por políticas que beneficien a la industria, la FTA garantiza que sus miembros puedan superar los desafíos legales, ahorrar costos y mejorar su competitividad.
Por ejemplo, una empresa de logística que sea miembro de la FTA puede acceder a los conocimientos y las mejores prácticas de la industria, garantizando que sus operaciones cumplan con las leyes de transporte más recientes, como las normas de emisiones. Esto no solo contribuye al cumplimiento legal, sino también mejora la sostenibilidad ambiental de la empresa, que es cada vez más importante en el sector logístico.