Un estante de flujo es un tipo de sistema de estanterías que utiliza la gravedad para mover los productos de atrás hacia adelante, lo que permite una rotación eficiente de los productos y un acceso rápido, especialmente en entornos en los que es esencial una alta rotación de inventario.
Las estanterías de flujo están diseñadas con superficies inclinadas o rodillos para mover los productos automáticamente de un extremo a otro. Este diseño promueve el método «primero en entrar, primero en salir» (FIFO), que garantiza que los productos más antiguos se utilicen o envíen antes que los más nuevos. Son ideales para productos de gran volumen y rápido movimiento, y ayudan a optimizar los procesos de almacenamiento y recolección en los almacenes.
Las estanterías de flujo funcionan mediante sistemas mecánicos o de gravedad que guían los productos desde la parte posterior de la estantería hacia la parte delantera. A medida que los artículos se retiran de la parte delantera, el nuevo inventario avanza automáticamente, lo que garantiza un uso óptimo del espacio y la rotación de productos.
Este sistema beneficia a las empresas al mejorar la densidad de almacenamiento, reducir los costos de mano de obra y acelerar el cumplimiento de los pedidos. Con los estantes de flujo continuo, te aseguras de que tu inventario se rote de manera eficiente, lo que es particularmente valioso en las industrias que se ocupan de productos perecederos o artículos con una alta rotación.
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Los estantes de flujo son cruciales para mejorar eficiencia del almacén, lo que reduce la manipulación manual y garantiza que el inventario se rote de manera oportuna. Este sistema mejora la accesibilidad de los productos, lo que acelera el proceso de recolección y empaque, lo que se traduce en una tramitación más rápida de los pedidos y una reducción del desperdicio o el deterioro de los productos perecederos.
Por ejemplo, en un almacén que almacena bebidas o productos enlatados, un estante de flujo garantiza que las existencias más antiguas siempre se utilicen primero. Este sistema no solo reduce el riesgo de productos caducados, sino que también aumenta la velocidad de procesamiento de pedidos, beneficiando tanto a los trabajadores del almacén como a los clientes.