La planificación de la demanda es esencial porque ayuda a las empresas a evitar problemas costosos, como el exceso de existencias o la falta de existencias, que pueden afectar negativamente a la rentabilidad y la satisfacción del cliente. Una planificación eficaz de la demanda garantiza que las empresas puedan satisfacer las necesidades de los clientes con prontitud, lo que refuerza la reputación de la marca y la lealtad de los clientes. Además, al predecir la demanda con precisión, las empresas pueden asignar los recursos de manera más eficiente, lo que mejora la rentabilidad general y reduce el desperdicio.
Por ejemplo, un negocio minorista que practica la planificación de la demanda puede preparar el inventario en función de las ventas estacionales esperadas, garantizando que tengan suficientes existencias para las horas punta, como la temporada navideña, sin exceso de existencias. Este enfoque ayuda a administrar los costos de almacenamiento y garantiza que los clientes puedan acceder a los productos que desean, lo que aumenta las ventas y la satisfacción de los clientes.