Los conflictos de canal son importantes porque afectan a las estrategias de precios, a la confianza de los clientes y a la rentabilidad empresarial en general. Si no se gestionan adecuadamente, pueden provocar pérdidas de ventas, una gestión ineficiente del inventario y interrupciones en la cadena de suministro, lo que repercute en la logística y la logística.
Por ejemplo, si un fabricante comienza a vender directamente a los clientes a un precio inferior al de sus socios minoristas, esos minoristas pueden dejar de almacenar sus productos, lo que genera desafíos de distribución. Una estrategia logística de 3PL bien gestionada puede ayudar a las empresas a evitar conflictos de canales al optimizar la asignación del inventario y garantizar la coherencia de los precios en todos los canales de venta.